Uno de los tópicos más controvertidos en Estados Unidos es el derecho a tener un arma de fuego y poder usarla por diversos motivos, entre ellos para la defensa propia. Este derecho además se apoya en que el 60% de los ciudadanos americanos cree que el poseer un arma hace que sus vidas sean más seguras.
Aunque muchas veces en Estados Unidos se relaciona el estar a favor o en contra con este derecho con alguna inclinación política, creo que aquí lo que debe predominar es el sentido común: como veréis en el vídeo, el tener un arma incrementa el número de homicidios, suicidios y de daños no intencionados.
Mi opinión es clara. Respeto cualquier decisión, pero a mí no me gusta ningún tipo de armas, (por no gustarme no me gustan ni los juguetes que simulan armas), de hecho me asustan y me siento incómodo incluso estando cerca de una que esté colgada a una pared. Por ello, creo que las armas deben poseerlas profesionales y sólo en determinadas profesiones.
Por todo esto y por la manera de plasmarlo, me ha parecido brillante la campaña lanzada por la organización States United to Prevent Gun Violence, que trabaja para disminuir el número de muertes y daños por arma de fuego.
La idea es brillante y sencilla: una cámara oculta dentro de en una nueva tienda de armas de fuego en medio de New York. Cuando entra un cliente a pedir información, se le explica el arma que va a comprar y también el daño que ha ocasionado en la vida real en diferentes casos de muertes generadas por esa misma arma. Porque “cada arma tiene una historia, no hagamos que se repita” como dice el claim de la campaña.
A ver qué os parece, el vídeo es muy bueno y ha sido visto casi 3,5 millones de veces en su canal de youtube: